El uso de la inteligencia artificial (IA) cambiará de forma permanente muchos ámbitos de la vida y las industrias. La logística es uno de ellos. El cambio será drástico e irreversible. La inteligencia artificial cambiará las reglas del juego en la optimización del almacenamiento, los procesos de transporte y las cadenas de suministro. La IA genera las ventajas decisivas de eficiencia y costes y, al mismo tiempo, permite reducir las emisiones contaminantes y el uso de recursos de forma respetuosa con el medio ambiente. La integración inteligente de la IA será, por tanto, un factor decisivo en la logística, que permitirá a los ganadores del sector diferenciarse. Sin embargo, sin inteligencia artificial ningún operador del mercado podrá sobrevivir a largo plazo.
La logística se adapta perfectamente al uso de la inteligencia artificial, donde puede aprovechar plenamente sus puntos fuertes: en el marco de la creciente automatización de las cadenas de suministro, se encarga del control y la optimización de los procesos. Los robots ya desempeñan un papel cada vez más importante en los megaalmacenes de las empresas logísticas mundiales y los proveedores de mercancías. Los drones y los vehículos de transporte autónomos cobrarán aún más importancia en el futuro. Una potente IA puede controlarlos de forma mucho más eficiente que los empleados humanos. Al mismo tiempo, la IA es capaz de desarrollar y aplicar soluciones personalizadas que tienen en cuenta los requisitos individuales de cada empresa y se adaptan con flexibilidad a la situación de entrega correspondiente.